Sábado

poema de FlavioP

En la disputa de los motivos,
el rey es el corazón.
Y en el cansancio, los pies que olvidé.

Gente, busco gente.
No encuentro mentes.
Hay vulgaridades, no de las mías,
por doquier.

Es normal, casi mitad de vidas.
¡Qué grandes son!, porque son,
porque es normal.

¡Qué ganas de pensar más en ti!
No en qué estas haciendo.
Eso me quemaría, fuego celos son.

Soy aire si respiras.
Estaré allí,
te amaré allí.

¡Qué naturaleza en las especies!
en esos olores, por los que van.
Se sienten bien,
abrumadora briza.
Siempre fue pequeño el número cien.

Sabes mi nombre,
dime quién soy.
Te lo he dicho eternidades,
como cuando me siento fuera de aquí
en la espina que cubre la vida en el desierto.
Van y vienen, a tu merced.
Amarte superó mi culposo placer.

¡Qué segundo esplendoroso!
oscuro,
desigual,
inmutado de reservas para tu vuelo.

Porque se tiene el cerebro en el momento,
en el espectáculo que te daré.
Sustitutas almas,
habla y siempre calla.

¿Por qué estoy aquí?
estima no falta
a pocos de ellos.
Se fueron.

Algo tiene que acontecer,
regreso a la lejanía.
El secreto vuelve a salir,
a alguien descubrir.
Aunque feliz,
el limite siempre es rencoroso del fin.

Culmina el inicio,
se repetirá en la soledad de mi religión.
No intentes que se apoderé de ti,
eres de otro origen,
de mi vista desde esta esquina.

Iré,
Corrí tras imágenes,
de nuevo el contacto,
mi nombre,
tu voz de miel.

Cubre tu ADN del desmerecer,
ahora es para mi,
de ti,
mi fingida ansiosa estabilidad.
Dios sabe lo que perdí.

¡Qué tristeza!
raro es cuando no es tristeza,
y sí para amansar el fuego hecho amor,
el amor hecho momento,
el pensamiento vivido cuando quiso el tiempo.

Nuestras pieles,
las más usadas.
Nuestro tiempo,
pecado que la historia impuso.

La tocas cuando di pasos,
el corazón no latía y llegué
a eso que cohíbe el desinterés
por las personas que no miro
y observo.

Cubre lo que representan las letras
y las llevan al papel,
contigo en el sol.

El mismo color,
el grande y el pequeño de los momentos
y dos cubriendo a uno.

¡Había más!
¡Qué más da!
el mundo yo encontré,
la vida en el líquido sudor,
la belleza de tu aroma simplicidad,
y desdicha para mi,
nuestra vergüenza,
estúpida vanidad.

Horas para algo,
horas para mi.
Objetivo fiel,
siente que yo te siento,
mírame que te estoy viendo.

Pongo fin a tu mano física,
inicia la ilusión.

AUTOR: FLAVIO PORTILLO TINOCO

Comentarios & Opiniones

Lorena Rioseco Palacios

letras de gran simbolismo,lùdico expresar,todas las estrellas y un cariñoso abrazo

Critica: 
Joelfortunato

Saludos. Buenas letras, buenas ideas, interesante simbolismo. Un gusto leerlo.

Critica: 
FlavioP

Muchas gracias a ambos, aprecio mucho sus comentarios y admiro su talento.

Critica: