A la cama

Siempre silenciosa, siempre esperando
a que lleguen nuestros cuerpos
al reposo entre sus mullidas sábanas,
a veces eres dura, a veces blanda
y sin decir una palabra nos acoges
después de la dura y agotadora jornada.
Cuantas veces te abrazamos
cuantas veces sobre ti lloramos,
esperando nos digas algo
pero sigues allí muda y consejera
hasta que llega con el alba la mañana.
Eres grandioso testigo
de epopeyas inigualadas
cuando lleno de cariño y amor
sobre tu limpia faz amé a mi adorada
que se entregaba sin reservas
porque contaba con la discreción serena
de ésta eterna nube terrena.
Todos ansiamos tenerte cerca
cuando presurosos llegamos a la vida
y nuestras madres con dolor y alegría
escuchan el primer llanto y grito
producto de sus entrañas, su adorada cría.
Después del largo caminar, vivir y luchar
tu regazo nos acoge todavía
antes del adios en pos de la tumba fría.
Cama adorado mueble del hogar
que todos quisiéramos tener
en donde nuestros cuerpos puedan descansar
para comenzar con energías el nuevo día
y ver de nuevo la luz crepuscular.
Cama a ti rindo este homenaje solidario
porque en ti todos encontramos
el descanso, el sosiego y el amor necesario.