El barrio

El barrio
I. El viernes
Es viernes, en la tarde, el sol ya casi se esconde.
En una esquina del barrio de Almendares,
la señora Meca vende baratijas,
en una estrecha tienda, en el garaje de su casa.
Mi papá me sube a sus hombros,
junto con la maleta de la escuela,
para que pueda ver, desde la acera,
soldaditos de plomo, barquitos de vela.

Antes de llegar a nuestra destartalada casa,
mi papá saluda a Yoyi, el músico que vive
en frente,- que toca muy bien el bajo -
me dice mi tío Miguelito, que de pronto baja de la casa y nos sorprende,
llega hablando de unos que se yo, ¿ Beatles,?
sin embargo yo en mi mente,
no sé nada de bajo ni alto,
y mucho menos de locos musicos ingleses.

Solo el guante, la pelota y el bate,
me quitan el sueño.
Mis ojos despiertan,
temprano el día siguiente,
antes que el grito del viejo gallo ronco de Julia,
anuncie que ya amanece.

II. - El domingo y la pelota.

Llega el domingo, milagroso!!!
toda la semana soportando clases,
la leche fria y blanca que no me gusta,
y la comida del comedor en la escuela.
Todo eso y más solo para que llegue el domingo,
el parque, mi papá, los amigos y la pelota.

Me visto rápido, casi sin ruido hacer,
mi papá aun roncando, duerme
y mi mamá, en la cocina, hace más
ruidos que una vieja bocina,
se acostó tarde cosiendo el número 9
a mi camisa de jugar,
y en un perchero estiradita debió colgar.
ah, y además azul, no se le pudo olvidar.

Como un ternero la leche me empino,
hoy sabe más rica,¿ será por la prisa?

Por la escalera me escabullo y salgo,
!!! a buscar amiguitos del barrio!!!
Cruzo la calle y despierto a Raulito,
no sin antes que su gordita hermana,
un húmedo beso en mi mejilla plante!!
Mira que me escondo,
pero no hay dios que la espante!!!!!

Cruzo veloz la calle, casi sin mirar.
Yiya, la señora del pasillo arma su alboroto,
!!!! cuidado niño!!!!! - grita y gesticula -
- Que viene la ruta 30 , con el freno roto-

Entro en casa de los dos hermanos.
Es la casa del comité. Oscarito y Efrain,
listos están para el juego y el festín!!!
Salgo raudo por la puerta del patio,
el pasillo me lleva a casa de Monolito,
siempre ha sido mi mejor amiguito.
Los dos seguimos hasta casa de Eusebio,
Manolo lleva en una bolsa, escondido,
la mitad de su pan del desayuno,
y con gusto lo comparte,
porque Eusebio de comer, nunca tiene parte.

Ya al fin en acera estamos listos todos ,
subo de dos en dos las escaleras,
sacar a mi papá del sillón es toda una odisea,
al final deja , por un rato a Marx, a la economía,
y se levanta estirándose, listo pa' la pelea.

Ya vamos todos a la vuelta de la esquina,
en el parque y mi papá siempre pichea,
corro, brinco y salto,
de mi corazón los latidos apurados escucho,
Ese Eusebio sí que batea mucho,
la felicidad me embarga, me llena, y en un momento solo me retraigo y feliz pienso,
-¿ será ella eterna?-
!!!Fernan!! atiende!!!, me gritan todos,
que te cae la pelota en la cabeza!!!!!!!

III.- 40 años después.

Los sentimientos a flor de piel
los recuerdos revoloteando alrededor,
amigos,
saludos,
mi sentido fiel
la vida retorna al cuerpo,
el cuerpo recupera el alma,
caminando,
el azar y la historia
de la mano me llevan,
la brisa con algo de sal
inunda mis ojos,
junto con su humedad
construye castillos en mi cara

Por conocidas calles
emocionado ando
parece que fue ayer,
un niño que corría,
el joven que de noche
lleno de libros llegaba,
las noches en vela y el trabajo pendiente,
que por aquí pasé rodeando tu talle,
y tus labios rojos besaba.
Son las calles de mi barrio
las que disfruto recorrer
aunque sude por el calor,
o me moje por el intenso llover

Pasando por la panadería de la esquina,
el olor a pan, aunque hoy escaso
me remonta a la niñez
juegos, carreras y escondites
ingenuidad,
el apagón
oculta un primer beso,
detrás de muro en el callejón.

La vetusta bodega
com su eterno chino,
de nuestro idioma carente
pero con una profunda historia
de lejanos guerreros
y hasta de mambises
valientes,
bélicas anécdotas y sus victorias.

El olor a café le da un sello
particular, diferente,
aunque lleves mil años ausente
enseguida viene a tu mente,
las imágenes pasadas
te rodean
inmediatamente.

La bodega ante mis ojos se muestra,
poco ha cambiado,
aunque la botella de ron
que a mi abuelo le compraba
ya no adorna sus anaqueles,
sin embargo su recuerdo
se renueva en mi mente.

La casa de la profesora de música,
no está muy diferente,
sin embargo de su piano,
ninguna nota alegre
surca ya el aire.
Este es mi homenaje
a esa señora , hoy ausente,
pero que recuerdo perfectamente.
con su refinado gusto
y su antigua figura,
la 5ta de Beethoven en clave de son?
tremenda melodía!!!
pero es demasiada osadía.

Recuerdo aquella amiga
que enfrente vivía,
que obligada a las clases asistía ,
aunque el piano le era indiferente,
cosas de su familia,
estereotipos de la época,
falsa educación.
No era más que
mostrar lo que no se tenia,
un traje de burguesía.
Ella de música,
nada aprendía,
solo su libertad le escondían,
mucho daño le hacían.
Ella no miraba el pentagrama,
sus ojos se escapaban,
y solo se posaban bajo la cintura
del mulato con el sudoroso torso
que afuera cortaba la grama,
y de reojo su mirada le echaba... .9

Mis pasos continúan,
pero frente a tu antigua casa
se detienen un instante,
y los recuerdos vuelan
tu pelo jugando con el viento
corre por tu cara,
aunque lo intenten no pueden
ocultar tu juvenil belleza.
Tu cuerpo escondido
solo por la poca ropa de dormir,
mis deseos despierta,
y tu eso lo sabes,
me miras,
descubro tus ojos,
y a mi corazón le da una rabieta,
se hincha mi pantalón,
que pena,
tu sonrisa se muestra perfecta,
tu cara se sonroja,
me muero de la emoción

El olor de una cocina que sale
me recuerda las fiestas
fin de año,
una familia enorme
mesa larga, ocupa toda la sala,
el puerco asado en su bandeja,
turrones, vinos,
en el radio,
Candilejas
ese aire de felicidad plena,
que siendo niño percibía,
aunque ahora sé que a otros
la tristeza no le era ajena.
Esos que no tienen arbolitos,
y la mesa solo veo arena que
del techo cae,
agua por una gotera.
No hay golosinas,
ni regalos escondidos,
No hay carta a Santa,
ningún trineo baja por la chimenea
el estomago
solo tiene un
hueco que espanta.

Luces intermitentes,
un árbol decorado y
también lleno de regalos
Y te imagino escogiendo los adornos
o la mejor estrella para lo alto,
solo quiero mirar al cielo,
despertar a la luna,
ver cuando sale la primera estrella,
que me dice que puedo abrir mi regalo.

Todo parece mágico
pues estabas tu
lo demás empezó a borrarse
de mi memoria,
nos escondimos en un cuarto
aprovechando el desorden
me basaste
que sensación
más reconfortante.
Tus pechos toco,
y siento que tu piel se eriza,
antes que entre mi madre
llamándome
la magia se interrumpe,
pero ese recuerdo, esa estampa,
jamás me ha abandonado,
mi mente la guarda en su trampa.

A lo lejos oigo,
música que me estremece,
será que es un espectáculo
hecho para mi, que el tiempo y el viento
no desvanecen,

Do you remember when we met
That's the day I knew you were my pair
I want to tell you how much I love you

Come with me, my love
To the sea, the sea of love
I want to tell you just how much I love you