Ojos y miradas ante una flor

poema de el condor

Fuente Literaria/ N° 56
Ojos y miradas ante una flor
La puerta, se abrió de golpe y una gota de lluvia salpica mi alma, paso a decirte, que has llegado.
Tengo dolor en mi alma, afuera este frío, llueve a cántaros, el viento apaga toda luz.
Es el tiempo que ha llegado, es el frescor en la plaza, hay una rima en el plumaje de las palomas,
Es la lágrima que cayo en luna menguante, es el espíritu del agua.

Es la búsqueda de esos ojos que desaparecieron en el extravió eterno de mis sueños, es mi mano.
Es la última huella.
Llego 2021, amada esposa, como espíritu del agua y este año destilo agua porque las palomas se deslizan en el ventanal.

Caceemos a los turbadores del cielo, enceguecedores del mundo, acumuladores de nubes, rujamos
Oh, espíritu de todos, los espíritus libres, contigo a dúo.
Ruge como la tormenta mi felicidad., es la marea embravecida del malecón, es la victoria
Desde las montañas.

Es el amor que roe en mi tu corazón fatigado en las noches, donde están las estrellas, es la sofocante noche del tiempo, es el tiempo.
Es el árbol, es la eterna locura, es la apariencia. Es el alma, es el artificio de lo suspicaz,
Es el desamparo de estos ojos.

Arranquemos cada flor un capullo para nuestra alma y fama., quien no puede bailar con los vientos
Quien debe liarse con vendas, quien quedara fuera del paraíso.
Es el momento de hablar, adiós Thais, Eva y Eliécer y José., el burlón se hizo hipócrita y
Nos sorprendió. Es el camino de todos.
Emiro Enrique Vera Suárez, 31/12/2020. Valencia