Vivo

Vivo como respiro,
con el aliento de un meteoro atorado
en las cuerdas de la garganta.
Con la muñeca torcida,
de tanto versar pseudo-poesía que no rima,
apenas grazna,
tan solo prosa, tan solo brama.

Vivo y luzco mi vestido de hambrienta moderna, sin que estés para ponértelo.
Exclusiva narrativa de estelas color
neón, dicen que me encuentras pérdida los jueves, haciendo jirones la pista, con movimientos anti-cristianos.

Vivo como quiero,
Con el cinismo latente
de convertirme en un nuevo narcótico universal,
Un ritmo synth y viciado que puedas enchufar como Matrix, directamente a tu nuca o inyectar debajo de tu pulmón izquierdo.

Vivo sin pedir perdón,
Con la locura incrustada en las pupilas, como un ramo abierto de orquídeas, tirando desde la punta de la lengua hacía los filos de la mordacidad.

Vivo y quiero que puedas inhalar polvos
con la sustancia que me compone.
Ansío que mi boca, se te enrosque a las vértebras, como cuando no puedes dejar de pensar en tus sueños con sistemas de sonidos extraplanetarios.

Vivo como disparo,
con la sinapsis de fuera y tres dedos de corteza en mi tronco, Intrínseco fondo de colores pasteles, robots, juegos online, música triste-horny y literatura inglesa.

Vivo como muerdo,
sin piedad, con mi trueno clavado en tu frente, aniquilando tu base del singular,
para convertirla en un finísimo hilo que se ate a mi columna.

Vivo sin piedad,
¿Acaso tu nuca enrosca a la inversa?
¿Te hicieron para mí?