Son días de impiedad

Son días de cinismo.

Tengo a esa mujer pegada al paladar, a las sienes, detrás de las costillas.
Tengo su impecable sutura, debajo de la lengua, debajo de las plantas de los pies. Tengo su libro de Pi, y su letra rayada en el dorso del brazo.

Son días de sobredosis.

Tengo la pupila herida, inmensa, abierta, explícita, en órbita. Sin pestañas, sin uñas, irrevocable, maldita. Tengo el intolerable sabor de lo deshecho, la desazón de un diente roto, un hueso jaspeado, derrotado, punzante, sin centro. Tengo una veladora y una plegaria, para el Dios que te cosió con nardos a mi vértebra. Sangramos.

Son días de orquídeas.

Me sembraste un rayo y hojitas de primavera en las manos, reina de todos los reinos, princesa de todas las princesas. Obtusa.

Tengo esa convulsión. De olor a hierba, a lluvia, a planetas más amables. Tengo este vestigio de alcohol y sal negra en el surco, con la que hiciste tú pólvora. Esa es la furia, con la que te disparas a los miedos incorrectos. Aniquilada.
P-Rip. Desnucada. Tengo la cruz desmontada con nuestros nombres, masticados, consumidos, exhaustos y aún así, persistentes.

Son días de impiedad. De lo turbio, de lo inmundo, sin pulmón, te anestesias.

—Anomalía (E.C)

Comentarios & Opiniones

Mich

Hermoso

Critica: 
Luis Enciso

Un gusto pasar a leerte, interesante obra. Saludos!

Critica: 
HEHO

escupir toda esa rabia y dolor siempre cae muy bien, y el ritmo en el que lo haces hermana, que delicioso es llevar tus palabras a mi ultrajada garganta, " encontré en tu canto un punto de encuentro".

Critica: