Cuando el Tiempo pasa deprisa

Padres del tiempo

De sol a sol,
día tras día,
mes tras mes,
año tras año.

Así desde los dieciseis,
trabajo, trabajo
y más trabajo.

Dieciocho años,
novia,
veinte años,
boda.
Veintiun años,
hijo,
veintidos años,
hija.

Mientras tanto,
trabajo día tras día,
sin tiempo para los hijos,
eso son cosa de mujeres.

Cuarenta años,
el hijo se casa,
cuarenta y un años,
la hija se casa.

Y mientras
como siempre trabajo,
de sol a sol,
día tras día.

Llegan los nietos,
dos del hijo,
dos de la hija.
Mamá ya eres abuela.
Papá y tú eres abuelo.

Y mientras tanto
sigue el trabajo,
de sol a sol,
día tras día.

Cincuenta años,
cambia la vida,
ella no está,
se ha ido.

La compañera de toda la vida,
la única novia,
la madre y la esposa,
ella se ha ido.

Una carta,
solo una carta en la mesa,
una sola pagina
para toda una vida.

Adios,
no quiero hacerte daño,
ya no te quiero,
pero tengo que marcharme.
Quiero vivir,
necesito vivir
los años que me queden,
necesito una vida.
Adios
ya no te quiero,
no me busques.

Cincuenta años,
se rompe la vida,
trabajo de sol a sol,
día tras día.
Cincuenta años,
como los cuento,
tiempo muerto.

Cuando el tiempo pasa deprisa
se pierden cincuenta años
de una vida.
Años vividos sin vida,
trabajo,
casa,
casa,
trabajo.
Y ahora
se acaba el tiempo,
me sobran cincuenta años.

¿Quien quiere mis cincuenta años?
¿Donde están mis próximos años?
¿Quien me robó mi futuro?
¿Quien me robó mi pasado?
Cuando el tiempo pasa deprisa
se muere la vida
en el mismo camino.

Tiempo muerto
que no puede regresar,
años perdidos
que no tienen sentido.
Tiempo que te importa la vida.
Adios Amor
ya no te quiero.