“Añoranza”.

Te quisiste marchar para ser feliz,
cruzaste el mar,
huiste,
volviste a vivir otro sueño,
creíste,
pero te diste cuenta que nada
era lo mismo,
todo agrio,
y triste.
Atrapada quedaste
al otro lado del mar,
y pensaste,
dijiste,
que hubiera sido mejor
volver,
a pesar de estar triste,
pero eso ya pasó
y te dormiste,
yo que tanto tiempo te esperé,
pero nunca,
volviste.