A primera vista, pero no a primera vida.

Y así como el Diablo se enamora del pecado,
yo me enamoré de ti.
Tú con el amor de tu vida, yo con la vida en el amor.
Ambos nos movimos, sí, pero no olvidamos.

¿Y cómo olvidar aquél cuento?
Ese en el que uno ama por primera vez y el otro ama para toda la vida.
Pensé que seríamos un cuento eterno.
Digo, no fue el mejor final pero sí una gran historia.
Al menos tú podrás regresar las páginas, pero yo no podré regresar en el tiempo.

Cuando todo termine,
ambos despertaremos del mismo sueño pero ya no estaremos en la misma cama.
Y es que qué ingenuos fuimos;
todo comenzó con un baile, sin pensar que la música tenía final.

Sé feliz, mi amor.
Puedes contar lo que quieras de nosotros.
Podrás contarlo cuando quieras.
Que yo contaré lo mío.

Entendí que quizá en esta vida sólo nos toca aprender a amarnos apasionadamente.
Quizá en la siguiente lo llevaríamos a cabo.
Porque lo nuestro fue amor a primera vista, sí.
Pero no a primera vida.
Y si el destino así lo quiere, te veo en la siguiente, mi amor.

"Si tiene que ser, será."