En ébano callado

EN ÉBANO CALLADO

Era mi corazón el más alado; volaba y a posarse en ella
no exageran mis palabras al sonar
a la dama infectada en belleza espectral.
Era su lindura, su lindeza especial
fascinante, atónita para todos
bestias y espectros jolgorio de tronos
más hermosa que las llamas era, escupidas por la hoguera
flameante en un rincón.
Podía observar... no, podían temblar mis pupilas
pues aquella dama jamás sería mía.
Era yo esculpido, en ébano tallado
así amaba a esa dama, en ébano callado
créanse su belleza perfilada
de una dama cual sin nombre, plasmaba en lienzo.
Yo era ébano grabado y ella espíritu pintado
ante aquel sepulcro los dos,
no alcanzaba mi madera al fantástico retrato
así la amaba, allí colgaba su faz pintado
mas la luna nos veía y en su círculo cumplido
a plena luz, a plena luz prendida
podía mi sombra lunar tocarla.
Miraban sus ojos en aquel sepulcro
y mi sombra ya llegaba, la tocaba solo a ella
en efímero momento,
no existía un océano mimoso
o un averno ¡el infierno poderoso!
Cual mi beso
arde mi corazón por eso en ébano tallado
e imparable el tiempo
se consume un beso en antorcha lunar.
Menguante, mi sombra desvanece
amada no puedo tocarte ya
arde mi corazón de ébano por ello y en cenizas
vuelan, queman las ascuas tan altas
véanse surcar su tumba, y posarse en ella.
“Ni siquiera las estrellas flameantes, ni las tantas apagadas en el tiempo
brillarán como tú”.

“Cuentista 2023”.