Ambivalencia

Ser tan ambivalente me ha pasado la cuenta. Sentir que puedo ser el cielo y el infierno al mismo tiempo me hace pensar en nuestra vida acá.
Si existe un paraíso, este está lleno de alegría, paz y tranquilidad. Si existe un infierno, este está lleno de tormentos eternos y dolorosos.
Al parecer, en el medio de estos dos se encuentra la humanidad. Recibiendo un poco del paraíso y demasiado del infierno. Después de todo, es más fácil hacer sufrir que hacer reír.
Perdóname si mi ambivalencia te desconcerta, perdóname si parezco otra persona, a veces blando, otras duro como una piedra que aplasta los sentimientos sin piedad.
Si pudiera explicar está situación perfectamente, un pedazo de cielo descendería, me limpiaría el alma y desde cero comenzaría otra forma de vida, aunque, desde el suelo, el fuego me quema los pies y me recuerda que siempre estará allí para hacernos sufrir incluso cuando el cielo se muestre benevolente.
Ser amor cuando todo va bien es normal. Ser amor cuando todo arde es el verdadero significado del paraíso y del infierno juntos.