DESDE EL OBSERVADOR

poema de Christian

Desde arriba, desde la cima de un deleite vengo,
sin usar mis parpados ni dejar morir un solo segundo,
tengo la colección que este observador fábrica,
este ambiente donde respiro días vivientes de ayer,
aquí donde el sello fantástico es un recuerdo de verte…
En silencio observo, ciegamente veo el galante brillo de tus pasos,
veo tu despertar, observo la celestial provisión de tus días.

El atalaya de tu espejo, estos ojos de siempre y siempre,
están inundados sin llenarse de tu presente ausencia,
observo tu imagen con vida y tu vida sin dejar de brillar;
mira por doquier, sabrás que eres mi castizo ambiente azul,
porque el tapiz de tu vida lo cuenta mi majo observatorio
ese con mis ocelos eternamente clavados en tu caminar…

El suave descanso que tengo, es un soñar tras tu ventana,
solamente verte navegar el silencio que escucho firmemente,
allá, por los caminos llenos de extraños soy yo viendo tu luz;
cuando te marchas sin venir, cuando te vi mil veces en una,
si, un día en la infinidad, la faena de mi atención te la llevas sin regreso.

El don de este iris, solo es cubrir tu cotidiano caminar,
sin mostrar mi presencia contemplo tu llegar,
desde lejos y desde cerca, mis ojos descansan en tu esplendor,
incesantes paredes de esta mente guardan cada sonrisa de ti…

Mira esta vida, mi tiempo, no hay mas de lo que conozcas,
solo es el diario sin letras, que dicta mil sentencias continuas
para no terminar de mirarte, para solo vivir en el cristal de tu mirada.

Tus mirada frente a la mía, ¡Es primavera entre tantos colores!
Nada se compara con una sonrisa que ofrendes tan cerca…

...vive para sonreírme, yo te observare hasta la eternidad.