El beso de la soledad.

Siento el beso dulce de sus labios amargos
La caricia de sus ásperas manos
Es ella, mi soledad
Me llama desde lo lejos, ahí donde nadie la ve,

Siento el corazón negro, la brisa frisa me arranca el calor en una caricia, y deja este amargo sabor en mi boca luego de su lúgubre beso.

Los recuerdos calientan mi mente, y tu ausencia enfría mi alma
Yo la ame, a veces por la manera en como ella bailaba con mis ángeles, y otras veces, por como el simple sonido que tenía el pronunciar su nombre podía silenciar a mis demonios.

Le aulló al viento, para que mis palabras lleguen a la luna, esa luna de amantes que una vez nos vio florecer de noche
Esa dama de plata que con su luz aclaraba nuestras dudas y oscurecía nuestros temores.

Ya esa luna de amantes, esa dama de plata no brilla en mi noche, y los temores bailan con mis demonios en la ausencia de la melodía de su nombre.

Siento ahora a una dama oscura abrazarme
Siento sus manos ásperas y sus labios amargos
Siento como voltea mi mirada hacia lo lejos, ahí donde nadie la ve
La veo, y ella me ve con sus grandes ojos negros.

Mi camino se desvía de nuevo del camino de esa luz de color plata
Vuelvo a ser lo que fui, lo que alguna vez intente dejar atrás
Pero el pasado vuelve, y por más que quise huir de él, ahora me doy cuenta
De que, por más que huí de mi ser anterior ahora se, que siempre fue lo que quise ser.