Silencios

A veces, debemos fingir, ocultar los verdaderos sentimientos, como hojas que se deslizan en la corriente, sin revelar su destino.

El corazón, testigo silencio, late en la penumbra, mientras que la vida nos desafía, y la persona especial no nos escucha.

Doloroso es el abismo entre lo que sentimos y lo que mostramos, pero en ese equilibrio aprendemos a danzar con la sombra.