Dadme una palanca y cambiaré el mundo
Dadme una palanca,
libros de poderosa prosa e influyentes palabras,
un poema que desfragmente la belleza del orbe
y transmita sin tapujos la belleza del alma.
Dadme la palanca del conocimiento,
ciencia, poesía y alegorías con fundamento,
presentadme excelsos profesores, seres inspiradores,
ofrecedme signos de confianza,
y una pizca de sabiduría diaria,
y yo os devolveré la voluntad de creer,
la certeza de que no somos simples peones,
títeres manejados por las circunstancias y el poder,
sino seres humanos con enorme potencial.
Dadme una palanca, un apoyo o una sujeción,
que me permita aferrarme a unos sólidos principios,
unos cimientos sobre la que levantar una personalidad rocosa,
y yo os prometo restituiré vuestro esfuerzo con creces.
Dadme una palanca,
ofrecedme el acervo de poderosos razonamientos,
influencias, imágenes y referentes con sustancia,
tened fe en mí, tened fe en el niño, en el adolescente, en el adulto,
instruidme, alentadme, ayudadme a superarme,
a superar mi insignificancia, a batirme con el fracaso y la frustración,
y yo os aseguro, multiplicaré vuestro crédito por mil.
Aniquilaré la amargura, la desesperanza, la inanición,
rescatando el Humanismo de las entrañas de esta Sociedad Decadente.
Ofrecedme magníficos y humanos ejemplos
pero apartad de mí la vista de los dioses dictadores y miserables,
la maligna oscuridad de la superstición,
y esos engendros elaborados por una superficialidad mal entendida:
la que se utiliza como paradigma de vida.
Belleza superficial no me ha de aniquilar: no lo permitiré.
Dadme una palanca, un resorte,
gestos que transmitan serenidad, expectación,
un parpadeo, un simple vocablo, una amable mirada
que apunte hacia el centro de mi corazón
y logre generar oleadas de pasión.
Dadme una palanca,
los planos de vuestra compleja maquinaria,
ese libro de genio, inculcadme la fe inquebrantable en la Madre Ciencia,
en la Razón objetiva, fomentad en mí la creatividad, el espíritu innovador.
de crecimiento sin límites.
Dadme una palanca, recuperad al Gran Arquímedes,
a los sabios griegos, a la ciencia de vanguardia,
los poetas egregios, inconmensurables,
que generaron pinceladas de belleza a partir de la nada,
que gestaron plausibles significados partir de incongruencia e ignorancia.
Indicadme por favor, el camino, aún agreste, camino que habré de recorrer
sorteando, sin dudarlo, miles de escollos o dificultades.
Así, no dudaré en hollar con las manos desnudas la cima más inaccesible,
si con ello consigo observar y analizar las causas de tanta injusticia y crueldad.
Allá desde lo alto indagaré en la solución a los problemas comunes,
tratando de resolver el Gran Enigma de la Generación del Mal,
confuso Misterio constelado por millones de variables fugaces que no dejan de mutar.
Desde ese cielo cuasi infinito pero aprehensible,
de ese firmamento inmenso, el del conocimiento,
todo problema se puede escrutar,
atacar y hallar propuestas de solución.
Dadme, entregadme, os lo suplico, los resortes, las instrucciones.
el plano original que revela los detalles de nuestra
pretendida supuesta insondable naturaleza…
Y yo, os aseguro, cambiaremos el mundo.
Y yo, os aseguro, cambiaremos el mundo para siempre.
Y yo, os aseguro, esa Humanidad, batida con descomunales principios
cambiará el rumbo de la Historia Para siempre.
Una palanca, un resorte, dame un punto de apoyo…
Y yo, os lo juro, cambiaremos la faz del ser humano para siempre.