SOMBRA

poema de Antonio N.

SOMBRA

Una sombra se pasea en mi jardín,
febril y fría como el viento.

Su mano oscura acaricia allí
las flores que mueren a su encuentro.

Tras sus ojos se amontonan las estrellas
Y se diluirá en sus labios la luna.

La sombra roza mi cuerpo al fin;
en sus manos lleva muerto un esperpento.

Pobre sombra que camina en mi jardín,
febril y fría, como el viento...