¡Oh ciudad!

¡Oh ciudad! hermosa ciudad,
que adornas en demasía mi alma,
tan enorme cual hechizante
y tan alto como la luz del alba.

Que haría sin su fiesta
que embriaga mi certeza,
que haría sin sus labios,
labios con sabor a menta.

Como sé que no te tengo
si te veo desde adentro,
como una célula demás,
como cacto en el desierto.

Ando por dentro de tu mirar
que de noche me alumbra,
como esa luna que no se va,
ni aunque cese la lluvia.

¡Oh ciudad! hermosa ciudad,
tan grandes son tus muros,
su brillo se ve en el cosmos,
un punto de luz en lo oscuro.

Infinito esta tu inmensidad
y tan lejos su final lejano,
brillas con toda intensidad
tan incesante como amado.

¡Oh ciudad! de mil historias
que acaricia los vientos,
¡oh ciudad! de mil victorias
que tocáis el firmamento.