Niña Expósita
Vive agarrada a la piedra de la constancia,
sólida, resistente.
Agarrada a veces, a la piedra del silencio
resbaladiza, sin firmeza,
también a la piedra del amor
de redondos engañosos y cortantes.
¡Y lo consigue!
¡Y calla! en ocasiones grita
¡ Y se enamora!
La verdad es, que una piedra la asiste
en cada tramo de su caída,
y ella se aferra a sus durezas,
a sus cantos de piedra que la lastiman,
a sus minerales que la alimentan.
Ella misma es piedra de moler,
piedra de lumbre o de fusil
para los que la cuidan o la atacan,
piedra de toque
para quienes la conocen o la huyen
y es piedra fina de la ijada,
en su delicada y discreta hermosura.
También piedra divina
para sanar los ojos de quienes la miran
o piedra infernal
para quienes la olvidan,
no en vano la dejaron en una piedra al nacer
y desde entonces,
una piedra angular sujeta sus dos vidas.
A.M.G (2016)
Comentarios & Opiniones
Maravillosos versos acoplada a una sublime declamación, miles de estrellas querida poetisa y u cálido abrazo!!!
Un verso muy bonito Anabel, lleno de sentimientos que encierran un fuerte pero sutil mensaje, reforzado por una increíble declamación. Un cordial saludo.
Un gusto leerte Anabel. Saludos.
Vuestra declamación eleva en toda su forma a la obra; desde esa profundidad con la que vuestro espíritu se expresa generoso.
..."no en vano la dejaron en una piedra al nacer
y desde entonces,
una piedra angular sujeta sus dos vidas."
Saludos.
bella exposicion del alma mi querida amia Anabel...estrellas te sigan...
Gracias a todos por vuestros generosos comentarios...
Maravillosa como siempre Anabel, un abrazo inmenso!!
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