Desvaríos de un notario

Fallece a los 72 años
Segismundo Ramírez Colado
sueños cumplidos, árbol plantado,
hijo criado, un libro escribido (perdón ,escrito).
Su esposa Isabel llora su perdida,
ora por su alma, añora su presencia,
enluta sus encantos, cohíbe su viveza (perdón, vivacidad).
Nicolás hijo heredero, no tiene consuelo,
no olvida su duelo, no tiene pañuelo
para tanto.... lloro (perdón,...llanto).

Su consorte Isabel con treinta y tantos...,
asume viudedad, consume soledad,
presume libertad (perdón, liberación).

Fallece y deja todos sus bienes,
sus tierras, sus perras,
su hacienda, su tienda,
su ático gótico, su Dalí auténtico
y su Mercedes práctico,
a su esposa Isabel (perdón, segunda),
y a su hijo Nicolás (perdón,.. de ella).

No hay que olvidar el seguro de viuda (perdón, vida),
a cobrar en exclusiva por la viva (perdón, viuda),
las cuentas de Suiza, el chalet de Ibiza,
el plan de pensiones,
los bonos y acciones,
y las joyas de su madre y los sellos de su padre
que en paz descansan (perdón, se retuercen).