El peldaño insólito del latido.

La vejez no es más que la juventud del espíritu.
Haciendo que la piel muerta, sea la prueba de las victorias que hemos peleado con valentía, haciendo que el cabello blanco, sea la última transformación del alma sin miedo.

La vejez no es más que la alegría y tristeza de la vida.
Dándonos aquel trastorno senil de nuestro pasado, depurandonos sobre el presente y haciendo que el futuro ya no tema a la palabra muerte.

Sin pena, sin preocupación, sin tiempo, sin dimensiones, sin familia, con puros sentimientos.

Solo un nuevo génesis, el cual solo las flores del invierno experimentan, así como el clima nublado con aires fríos, así como el cuerpo en la enfermedad dando los gritos de agonía por el nuevo parto a la vida.

La vejez no es más que la fuente de energia del alma.
Diezmando la fuerza y la masa, haciendo ahora que solo la consciencia y la sabiduría perdure en nuestro silencio sanguíneo.
Pactando con nuestro latidos las raíces de nuestra historia.

Somos de la tierra, pero también de los cielos. Somos de los campos, como de los mares.
Somos tótems del universo.

Somos y fuimos del tiempo y la materia, del sonido y de la belleza.
Pero por siempre somos y seremos de la muerte y la vida.

La vejez no es más que la juventud del espíritu.
El resuello magico de lo único.
El peldaño insólito del latido.

¡AHORA SOMOS UN ALTAVOZ EN EL UNIVERSO!

Comentarios & Opiniones

Xio

Alexander, preciosa descripción de la vejez, la suerte que el tiempo nos regala para seguir disfrutando de la vida, un abrazo cordial, feliz tarde.

Critica: 
Alexander Careoga.

Mil pétalos de rosas venusianas, ante su gusto por mi escrito. El eco de mi tierra dicta : Gracias.

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