Trampa

Díganme tramposo, que no está bien lo que hago, que así cualquiera gana. Pues resulta que me canse de perder siempre, de ser yo quien agache la cabeza al salir vencido por el umbral del amor. En la ruleta del destino, apuesto en todos, tal vez pierda mucho, pero algo ganare y por muy poco que sea lo valdrá. Habrán lágrimas de derrota, y algunas dolerán más que otras, pero, ese bendito pero, será el que dibuje una sonrisa en este rostro.
Puede suceder que al final, al seguir apostando al mismo, vuelva a perder, pero bueno se puede apostar en todos otra vez