La perfección de lo imperfecto

No existe nada más perfecto que la imperfección,
Aunque suene a paradoja reforzada,
Emigran todas las manías de pretensión,
Preservando nuestra alma descansada.

Todo perfeccionismo es mórbido y obsesivo,
Suscita tensiones y ansiedades,
Provoca estados de estrés corrosivo,
Mientras aplaca verdaderas prioridades.

Amenaza con volvernos neuróticos
Desde que no inhibamos nuestros impulsos,
Muchos caen en desequilibrios psicóticos,
Subyugados por delirios insulsos.

Para qué molestarnos siendo impecables,
Cuando todo tiene un límite justo,
Lograremos alcanzar los estándares deseables,
Pero jamás podremos sentirnos a gusto.

Una vez alcanzamos la anhelada perfección,
Suponemos haber ganado la carrera,
Ignoramos que ahora inicia la confrontación,
Justo, cuando creíamos franquear la barrera.

A medida que optimices tu rendimiento,
Cada meta alcanzada será irrelevante,
Necesitarás nuevos retos a cada momento,
Pues vivirás insatisfecho de aquí en adelante.

Nunca te conformarás siendo bueno o excelente,
Porque necesitarás ser óptimo o excelso,
Ya sobrepasaste la expectativa más prudente,
Entonces pagarás caro tal exceso.

Al conquistar el máximo perfeccionismo,
Eres poderoso, aunque estés vulnerable y desnudo,
Deberás ostentar y conservar tu virtuosismo,
Atacando sin espada, protegido con débil escudo.

El problema no es llegar a la cima,
Sino mantenerte firme sobre la misma,
Soplarán huracanes perturbando el clima,
Hasta derribarte y aniquilar tu sofisma.

La imperfección te hace más realista y objetivo
A la hora de enfrentar las vicisitudes,
Permitiéndote ser humilde y proactivo,
Siendo más honesto con tus actitudes.

Las verdaderas perfecciones de muchas cosas,
Suelen darse cuando menos se fuerzan a que aparezcan,
Sólo así se encuentran alternativas asombrosas
Para que los éxitos mejor florezcan.

Comentarios & Opiniones

Otis Amot

Muy buenas reflexiones, que de alguna forma, nos identificamos en algún momento en nuestras vidas.
Gracias poeta.

Critica: 
Andrés Orozco Echeverri

Muchas gracias Otis.

Critica: