Eran como voces en una sala de espera, pero que curiosamente en pocas ocasiones decían mi nombre, el prestarles atención era el recuerdo de dos segundos en mi cabeza, por eso nunca supe quienes eran o que querían o más atrevidamente iniciar una conversación, así eran las voces de mis oídos, así eran... así son, pero ahora no están antes del sueño, ahora me despiertan tan espontáneas, tan nítidas, tan tangibles.

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

LAS VOCES DEL SILENCIO DICEN SU VERDAD...O LO QUE NO DEBEN DECIR CUANDO NO SE LES LLAMA...
Gracias por tu linda opinion a mi lectura, sin pecar al decir declamación...ya que me queda corta todavía..

Critica: 

Comenta & Vota