Ante el vértigo del tiempo y el inusitado movimiento del alma en caminos de amor, de dolor, de alegría, de ternura, de pasión y de sueños; el corazón desafiándolo todo escribe sencillamente su jornada. Escribo en trozos solitarios y fragmentados, en trozos llenos de ternura hablándole al ser amado, en trozos conteniendo una lágrima profunda.