Caleidoscopio.
Ciencias hidropónicas
Consejos idílicos o vacuos
El suicidio como protesta
Ante un mundo desbandado y quejumbroso
Los adjetivos cargados de xenofobia
Porque el salvajismo siempre fueron otros
Las emociones desplazadas a cuchitriles
Y la pereza de levantarse a apagar el foco
La destreza y el infortunio compartiendo cuarto
Con el malabarista de los dientes rotos
La sonrisa simbionte en las lágrimas del cosmos
La química sintiente al quemar el ultimo cigarro
Apoyado a la pared durante el descanso
Y las máscaras y los bailes y los lobos
Las acuarelas de los atardeceres
En la ciudad de las antenas
La agonía inconmensurable
Silbando desde alguna esquina
Con incertidumbre pero igual de lacerante
Y los adictos y el espíritu santo y los juguetes
La fatídica luz del sol en los ojos
Convertida en una fiebre religiosa
Y las icónicas mentiras son hidrófugas
Dejando a las verdades crónicas e inflamables
El vudú inútil contra los masoquistas
La carga del invierno reptando en canaletas
Y los desamparados llegando al faro de unas piernas
El alma de la rivera conversando
Con las alimañas que habitan el monte
La suposición y la sospecha
Reanimando las artes figurativas
Y el látigo de las muletillas
En los paisajes más gauchescos
El hambre voraz de las obsesiones
El vespertino resplandor proyectado del espejo
La insana costumbre de los incestuosos
Las vasijas desperdigadas por el suelo
Y el autoestima derrotista
Aprovechado por gurús modernos
Y las migajas y el cuero y el sinsentido
El viaje heroico hacia el desconsuelo
El prisma energizante
De todo aquello cuanto vieron mis ojos.
La afabilidad de los necios
Estrechando la mano con los inocentes
El Novicio enjaulado por granuja
El menester habito del agua
De burbujear en una cuchara
Risueña y compinchada con la ajuga
Los gerundios mal pronunciados
Y el escalpelo nocivo abriendo en canal
A las víctimas de las bombas
Los baldíos de la cuadra donde crecimos
Y las gomeras y los arroyos y las chilcas
La imaginación desafiando las formas
De las nubes y las vetas del machimbre
El frustrante camino de caliza
Los talentos inexplorados de la brisa
Las vigas desde donde colgué la soga
Con el cuello y el alma lista
La ficción del penitente
Los lápices mal amontonados
El resquebrajamiento de un sistema endeble
Los colosos mimetizados
Entre las desconchadas canoas
De los pesqueros pobres del Gualeguay
Y el cuchillo y las yerras y la víspera navideña
La septentrional nevada
El respeto y la autoridad mixturados
Y servido en vasos plásticos
Sobre la mesa marmolea de los ejecutivos
El marfil extraído a la fuerza y
El escultor que lo labra a cincel
Inspirado en algún mártir expatriado
Los ribosomas sin trabajo
En el organismo de los indigentes
Que recorren sin rumbo Retiro y Once
La sintaxis inexistente en murales del alfoz
Los baldes de chapa llenos tierra y oxido
Porque el pozo está seco hace tres veranos
El arrastre y el dragado en el pacífico
Las blandas libélulas del viento pampero
Y los pasteles y el aguijón y las guirnaldas
Al acné imbatible de la adolescencia
Los lobotomizados por el porno
Los hipervínculos equívocos
La templanza de los refuerzos bien nutridos
El ácido que corree las campanas
La rapiña y las garrapiñadas
Y las maestras a quienes les decíamos señorita
La voz difusa de los enfermeros
Suena como un canto de sirena
La bata blanca las pastillas
y una vez al día el cambio de suero
El ermitaño buscando yesca holgadamente
El aroma del hogar quemando quebracho
Las ararases escapando de las llamas
y la destitución y el escapismo y las venas
Los verbos intransitivos
Los escaparates y el alfeizar partido
La numerología siendo recauchutada
Los orgullos que pidieron perdón y no fueron perdonados
Desvanecerse como meta de vida
La indiferencia en los necios ojos de una madre
El respaldo de los peces gordos
Para con los artistas menos arriesgados
El fulgor fulminante de los faros de un camión
Cuyo conductor obeso y trastornado
Hace señas a un soberbio travestido
Y las bambalinas y los caranchos y el saxofón
Una bienaventurada goleta náufraga
La litografía barata del siglo diecinueve
La maldad echando raicees en lo cotidiano
Porque solo existe para los aburridos
Orfeo cantando para Eurídice
Los orzuelos aliviados con anillos de oro
El Espesor del buen dulce de leche
El romanticismo de digerir anglicismos
La luz de luna bañando el claro
El fluorescente animando la fiesta
Al agravio de las gaviotas y los teros
El resoplido mortuorio del espectro
Y el escepticismo relegado
Por el parloteo del amor y el vino
Y los sismos y los inmolados y la manzana
El neurocirujano que nos dio el pésame
Con la vocación y el tacto de la experiencia
Las variopintas novedades ignoradas
Por la nostalgia estética de los ochentas
El benteveo cortejando
Los caracoles que han llegado tarde
La minuciosa búsqueda de la arandela
Que cayó entre los matorrales
El incienso encendido con la hornalla
Los ornamentos gitanescos del ilustre
La rabia como defensa
El grito suprimido de los olvidados
El suplicio de los saberes simples
El deber sin provecho
Las canicas y las pelusas
En el bolsillo del guardapolvo
y el conformismo de la primera toma
y las hamburguesas y el piano y los colibríes
El ajetreado mes de octubre
La lejana patria de los clanes
La apatía triunfante
Al asomarse por la ventana chupando la bombilla
Los por favores que olvide decir
Las colillas que no levante
Los escalofríos en las paradas de autobús
Las regalías de un ex vocalista afónico
El nexo omnívoro de su piel
Emanando el perfume prometido
Los banquetes faltos de pan
Y un final trágico cumpliendo su cometido
los acalorados pordioseros
la ninfomana respirando con dificultad
y el serrucho y la plomada y la grifa
el ambicioso tiempo que se lo lleva todo
el policía amenazando con la tonfa
los coquetos siameses
La marabunta saliendo del cine
La banda municipal tocando en las plazas
El albañil nazi que se rasca los brazos
las casualidades que arden en mi
A un lado del brasero que imbuye
profecías con ágata y lirios
Los recuerdos en madejas
La sartén sucio
Mi padre
El calor
Y yo de nuevo,
Acá.






Comentarios & Opiniones
Los orgullos que pidieron perdón y no fueron perdonados.
Sus letras muy profundas ,llaman a la reflexión y. Ala comprensión del mismo ,. Al final cuentan en poesía una protesta universal.
Siga así ,esperamos más de sus obras.
recién entro a esta cuenta, perdón por no contestarle antes estimada poeta. muchas gracias por sus palabras y tomarse el tiempo de leer.