Infinitud.

El amor que busca cobijo para nacer en tu corazón
Es como un infante que espera incorpoarse a la vida
Es traido a la luz,
nacido desde el roce
de dos partículas de estrella,
dos destellos de infinitud.

Crece y aflora hermosamente
como una pequeña emoción
Madura y se tranforma
en una firme elección
Repleta de paciencia, cariño
y en ocasiones tensión.

También con el tiempo, envejece,
queda algo polvoriento,
como una caja de recuerdos
Experimentado, racional,
e inlcuso resignado, que ama
pero primero rebusca cenizas
de juventud insana
o madurez malformada.

Mas el amor con partícula de infinitud, a pesar de su ciclo vital, de la oxidación de sus memorias, perdura. Perdura, persevera y se renueva. Volviendo al momento natal, originario, del que un remoto día partió,
Desde el cual ya nada
Fue igual.
Desde el cual
Nació la infinitud
matemáticamente errónea
Donde uno más uno,
es igual a uno.

XXX/VI/MMXVII
Elizabeth Iftene