Te quiero

Te quiero, así, sencillamente
sin más tapujos que los que me impone la desagradable cobardía,
con este cuerpo que parece el de un ser inerte
con esta boca que se torna tan fría.

Te quiero aunque seamos distintos, como el alba y la sombra
sin más impedimentos que tu indiferencia y mi orgullo,
te quiero con más persistencia que esta fantasía que te nombra,
con más anhelo que el deseo de un beso tuyo.

Como si fuese la luz del sol al final del día
te quiero sin muchas opciones, sin esperanza;
pero también lo hago como si fuese una llama que con el tiempo se aviva
porque créeme que de amar el corazón no se cansa.

Como si no supiera lo qué ha sido querer antes
contigo lo hago con ansia, con impaciencia,
te quiero aunque nuestros cuerpos se encuentren distantes
aunque yo prefiera buscarte y tu prefieras la ausencia.

Y sin embargo te quiero, así, de forma desenfrenada
si bien soy consciente que si te das cuenta tú misma me detendrías,
aunque te observe desde lejos y nunca me correspondas la mirada
o pese a que estés entre los brazos de otro en las noches frías.

Como un sin fin de latidos que aceleran y cesan de repente
así te quiero, escondido entre la timidez y el deseo,
con la certeza de que te quiero más de lo que tenía en mente
y con la duda de si me quieres más de lo que yo creo.

Y no puedo, amor, quererte de otra manera
sino solo con esta, tan absurda e incoherente,
como una hoja que cae y anhela la primavera
o como una simple roca en el río que es llevada por la corriente.

De una forma noble y leal
yo te quiero, te persigo y te anhelo,
como si tu silueta, que veo en las noches, fuese real.
Te quiero como lo que soy, un hombre en la tierra buscando el cielo.

Y aun así, amor, pretendo volar
e indagar en todo tu ser sin haberte encontrado primero,
porque te siento, te vivo y te vuelvo a dejar,
porque te evoco, te escribo….y te quiero.