Esos ríos

Esos ríos que brotan de tu alma,
Que enjuagan los dolores,
Que empapan las montañas
En que quedó clavada la esperanza.

Esos ríos que vienen sin calma,
Aguas turbulentas, agua y más agua,
Del corazón herido por una fría espada,
Ríos que desembocan en el mar de tu almohada.

Esos ríos que dejas correr hasta el alba
Son manantiales limpios que a la angustia lavan,
Ríos dolorosos, ríos sin fragancia,
Ríos en que la tristeza hacia su muerte viaja.

Esos ríos tan benditos que llamamos lágrimas,
Desahogan la locura, el dolor y la rabia;
Déjalos huir, déjalos que salgan;
Son rocío acumulado, son fuego, son lava
Que queman el interior, que dejan una llaga.
Esos ríos que brotan en desesperanza,
Ábreles las puertas y déjalas cerradas,
Que se mojen las mejillas, que se empapen las pestañas,
Que de por sí la vida te alegrará el mañana
Pues esos ríos se secan cuando el dolor se sana.