Cuadros Rojos

Cuadros Rojos

Bastó solo un murmullo,
para asolar su tino.

Abandonando su oficio,
en artista se tornó.

empero,
no tenía brocha,
mucho menos lienzo,
carece de colores
¡ay su gran pesar!

Remedió con vidrio quebrado,
las plumas de un pincel;
por lienzo uso dermis,
la tinta salía de su ser.

Se adictó al rufo,
¡encontró su morfina!
así callando el silencio,
que aquel susurro condenó.

Pero, un cuadro
no fue suficiente...
Un cuadro no sació,
la sed inmensa
de su delirio,
el hueco del sonido.

Pintó docenas de marcos,
todos del mismo color.

¡Se ató a su arte!
¡Era su narcótico!

Pintando cuadros rojos,
éste fue el desenlace...
de la artista desquiciada,
tratando ser feliz.