SONETO A UNA MUJER AMADA

Yo no quiero ser el dueño de tú vida
ni quien controle el aire que respiras,
pretendo ser el motivo de una sonrisa
el que roce tú cara con sus caricias.
Quiero darte una lluvia de sentimientos
a cambio sólo te pido uno de tus besos,
en tú soledad anhelo ser tú pensamiento
para volar y estar presente en tus sueños.
Ser el oasis en el medio del desierto
el que moje tus labios en cualquier momento,
ser el árbol de tus hojas, la raíz de tus recuerdos,
el azul del cielo que miran tus ojos negros.
Quiero ser el viento
que trae tranquilidad ante tú encuentro
y en la intimidad ser el huracán
que te pueda demostrar el amor que llevo dentro.
Y poderte enseñar como tiembla mi cuerpo
por el sólo pensar que lees mi soneto,
la carta que nació en mi alma
tras muchas noches serenas , tras muchas noches en calma;
y que hoy confiesa mi devoción
con este soneto de amor a una mujer amada.

Autor : Martin Lunary