La bomba

Me dispuse a levantarme en una mañana como cualquiera otra, de un día como cualquier otro. De repente escuche a lo lejos un sonido, el sonido de que algo malo iba a pasar. Ese sonido nos aterrorizaba a todos, indicaba que habría destrucción, muerte, dolor. El sonido paro y me tranquilice. Vi a lo lejos a la gente salir de sus refugios. Al horizonte divise tres aviones que cada vez se acercaban mas hasta que pasaron por encima de la ciudad, donde dejaron caer un objeto extraño que no logre identificar. El objeto caía muy rápido hasta que impacto. Un destello me dejo aturdido un instante, luego vi una nube de cenizas que se extendió a lo alto del cielo, mas alto que la casa de dios y mas alto que las estrellas si cabe y que se extendía hasta los confines de la tierra, cada vez se acercaba mas a mi. Ojos llorosos, piel de gallina y un corazón a 300 es lo que sentí en ese momento. Aquella honda me tiro con tal fuerza que quede inconsciente por un tiempo. Cuando desperté me dirigí de inmediato a la ciudad a buscar a mi familia. Cada paso que daba, cada mirada que echaba, solo había destrucción, desolación, muerte. Gente con la piel colgando, llantos aterradores y innumerables ¡socorro! Y ¡ayúdame!. Pese a esto yo solo tenia un objetivo, encontrar a mi familia. Seguí caminando y hay estaba, el que había sido mi hogar ahora solo es ceniza, pero lo peor fue encontrarme allí los cuerpos de mis familiares, calcinados. Rompí en llanto con lamentos que se escucharon desde el mismísimo Olimpo. No pude mantenerme si quiera en pie, el dolor me recorría todo el cuerpo. A las horas o quizá mas, volví a mi casa para escribirles esta carta y decirles que no puedo vivir con este sentimiento, me voy a reunir con mi familia. No me quiero irme sin antes decirles que he estado hoy en el mismísimo infierno y que sea lo que sea lo haya causado esto, acabara con la humanidad igual que ha acabado con mi pueblo, mis seres queridos y conmigo.