LA LUZ

LA LUZ
La luz. La vi en el alfa del tiempo,
la veré, cuando llega el omega.
Es la misma de antaño que fui obligado a ver,
con un golpe certero y con fuerza,
de la vieja y fría partera .

Desde entonces, Ilumina mi naturaleza animal,
mi maldad ancestral y mi condición de hombre,
nunca use olfato para ubicar las musas,
ni la visión nictálope para descubrir,
las sombras sensuales de sus aureolas,
cuando ofrecían sus hermosos pechos al aire.

Siempre estuvo ahí, la luz.

Su halo me guiaba,
sus ojos mostraban el camino a los dientes,
que comían sus dedos y omitían los besos,
que mordían pezones, incinerando sus cuerpos
quemando inocencias, iniciando sus celos,
de juventud desbocada, revelaciones y miedos.