PARAR

PARAR
Parar, quedarnos quietos
prestar atención
escuchar un latido tras otro
haciendo circular ríos de sangre.
Vientos hacia el norte
orificios de nuestra nariz
importando el aire.
Parar, escucharnos
atender el ritmo de nuestras emociones.
Mis pies me atienden
ando o paro
mis ojos me avisan
tropiezo o evito.
Mis manos toman
acarician
se aferran.
Mi boca come
me alimenta y me da placer.
Mi garganta gime
grita, emite fonemas
que hacen comprensibles
mis gestos.
Parar, quedarnos quietos
saberse sexo placentero
fábrica de vida
senos de pezones arrogantes
de ubres para el hambre
de nuestras crías.
Parar, quedarnos quietos
mirar nuestros brazos
y abrazarnos con fuerza
seres de universos, que
apenas miramos
y casi nunca escuchamos.
mabel escribano ©
imagen: google




Comentarios & Opiniones
Será que parar, no siempre es detenerse.
Querido amigo, es cierto, se puede parar sin detener la mirada. Un abrazo