CUANDO LO CONOCI

Había en su mirada miles de batallas peleadas, en su sonrisa tristeza a pesar de que sonreía.

La primera vez que lo vi, fue ver caminar un niño hacia un destino desierto, pero dispuesto a enfrentar sin miedo de lo que viniera.

Todavía hay guerras interna que en lo íntimo de su alma pelea sin tregua.

Nunca he visto rodar una sola lágrima por su rostro, pero se que por dentro rara vez escampa.

Le ha tocado un vida llena de controversias, le tocó ser hombre en la flor de su niñez, es comprensible eso de no sentirse especial, pues lo que le ha tocado vivir lo diseñó para no esperar nada.

Yo sin embargo lo veo como el príncipe que la vida forjó a base de golpes, y la mujer que quiere darle todo.

Tenerlo en mi vida ha sido un regalo celestial del cielo, hoy al mirar la felicidad brillar en sus ojos mi único anhelo es vivir para complacerlo.

Darle todo el amor que merece y que la vida en algún momento le negó.

Quiero tenerlo conmigo hasta el último de mis suspiro, despertar a su lado cada día y decirle viste que si eras el amor de mi vida.

Pues a los que nos ha tocado perder tanto sabemos que no hay tesoro más grande que el amor, y sembrar momentos.

Sin duda de lo vivido nunca habrá arrepentimiento, pues mirarlo es saber que encontré en el la dirección que me faltaba, no tengo dudas tú eres y siempre serás más de lo que esperaba.

Gracias por a pesar de lo difícil que era confiarme tú corazón, por estar en mi vida, por ser luz, paz, esperanza, amor pero sobre todo por hacer la diferencia y ser lo más hermoso que ha tocado mi corazón.