Desastre en un año

¿Se puede luchar contra el año más caótico de tu vida?
Imagina que todo el avance de casi una vida se ha perdido en unos meses, tu trabajo rutinario para el que te preparaste ya no es lo que buscas, crees que encontraste un amor con el que casi te comprometiste pero las circunstancias de una serie de sucesos toma el control para dejarlos fuera del juego, todos a los que llamaste tus amigos, están demasiado ocupados dejandote fuera de la suya.
Tu familia parece desconocida ahora que compartes más tiempo con ellos y tal vez solo huiste de esa realidad. Entonces en el año más caótico tus picos de ansiedad aumentan descontroladamente tu sistema nervioso y encuentras que usaste el trabajo como medio de escape de todo lo que debiste enfrentar hace mucho tiempo, tal vez desde los 15 años.
Cuando retrocedo en el tiempo no hay nada que pudiese haber sido distinto, haber escogido otra rama laboral, otras amistades, otros amores. Quizás en otro lugar llegue a escoger a mi familia. Pobre de esa juventud malgastada en cigarrillos, alcohol y marihuana, pérdida en las horas de trabajo que eran cada vez más sugestivas. Comenzó a odiar a las personas por quienes eran y no hubo escapatoria para el fracaso, pero por ahí dicen que solo es una oportunidad para el éxito.
Me distancié de esta vida, me encerré en mis cuatro paredes tratando de comprender a Dios y buscando entre mis pecados cual sería el detonante del karma, era como la vida misma burlandose de mi por haberme ido en el tren equivocado, como si el amor no fuera para mi, como si toda esta existencia hubiese sido un sueño lúcido en la mente de algo mayor...
El peor año de tu vida luce con cuadernos llenos de ilusiones escondidas, de libros que no se van a terminar de leer y decides arrancar incluso con tu árbol genealogico en ese intento de buscar tu identidad.
La vastedad de la vida nos lleva hacia los lugares más escondidos de las mentes que me rodean, me esconde en un sótano maldito, polvoriento de mi conciencia, me sumerge en las etapas que habían sido destinadas a nunca volver a recordar y sigo con pedazos del mundo que no fui capaz de alimentar con el mio.