¿Cómo le explico?

Te hallo usualmente en las estrellas.
¿Cómo le explico, mi amada...que quiero su cuerpo como lienzo de pasión y tu piel como papel en disposición para mis versos?
¿Cómo llegaría usted a entender sin malinterpretar...que mis sueños se basan en mi prosa impregnada en sus motores y mis pocas rimas en el aire que corre de manera repentina e inoportuna en su hábitat animal?
No encuentro manera de poder decirle de forma sutil que no quiero otro cielo que no sea el artificial de sus ojos...que refleja la luminosa obscuridad de protectores del exterior.
Me vuelvo loco con solo pensar en el intento de esta declaración de amor...sin que usted, pura y sutil, limpia y amena, bella en la inmensidad y las limitaciones, comprenda de mala manera mis intenciones.
Brillan sus campos con frutas de colores sin interrupciones relevantes, vagan las emociones apagadas por el universo de mis ayudantes poéticas, sondean mis ideas las capacidades de su mundo creativo. Pero y si todo aquello ocurre en mis fantasías nocturnas, ¿cómo aclaro yo todo esto sin que resulte mi bella dama víctima de las usuales e inesperadas confusiones acompañadas de verborreas banales?
El tinte de los jardines se roba la esencia de la noche y la transmite a sus transmisores de amor, pero...¿Cómo le explico todo esto si usted solo aparece de manera eventual en las estrellas ingratas de noches sin particularidades?