De López y el hackeo de la guacamaya

“Al ejército . . . gandalla.”

Por no cumplir el contrato
del antivirus barato,
por no pagarlo con tiempo
la SEDENA, así, sin tiento.

Fue hackeada hace unos días,
¡qué terribles osadías
de algunos ciberpiratas,
ay, qué cosas tan ingratas!

Guacamaya Leaks se nombran,
sus filtraciones asombran,
son un grupo de activistas
que tiene, entre otras aristas.

El vulnerar los sistemas
causando graves problemas
en América Latina
su operación es genuina.

Revelando ultrasecretos
para nada son discretos,
de los más confidenciales
de organismos policiales.

Del ejército y marina
de manera sutil, fina,
en Perú, El Salvador, Chile,
en Colombia, nadie chille.

En México han concretado
su fechoría y empinado
al ganso bien y sin falla,
se lo echó la guacamaya.

Que, hacktivista, desnuda
lo castrence que ahora suda
por veinticuatro millones
de documentos cabro . . .

Casi en números certeros
como ocho mil archiveros,
imagínese la gente
el balconeo trascendente.

Que, con esa ave de rúbrica,
ya es de la opinión pública,
se develarán misterios
del peje, pues, nada serios.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 09 de octubre del 2022
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