“El Matrero”

Cuando las soledades rastreras
Me acogotan y me encarcelan
Atándome a sus cadenas
Suelo llegar algún poblau
Pa aliviar mis penas,
El paisanaje desconfiau
Me miran desensillar
Mis gastadas Pilchas
Lazos, tientos, cueros
El bozal y mi viejo apero,
Suelen hablar por lo bajo
Quien sabe que atajo
Por los montes del destierro
La Noche hasta aquí lo trajo
Al que llaman……….. El Matrero.

No me gustan los entreveros
A decir verdad prefiero
Prosear con la Soledad
Que amigos por conveniencia
Es pobre existencia
Y mi mayor fortuna
Es alumbrarme con la luna
Mateando sobre el fogón
A solas con mi corazón.

Soy desconfiau por naturaleza
Herencia de mi pobreza
De rodar por los caminos
Soy el que escribe mi destino
En las páginas de cada día
Con la pluma de mi porfía
Que llevo en mis maletas
De sueños vacías.

No me gustan las reuniones
Prefiero acampar monte a fuera
O en alguna vieja tapera
Donde se filtre la luna estrellera
Y se refleje en mi tropera
Que está testereando en el fogón
Pa mojar mi cimarrón
Y calentarme el gargüero.

Un viejo pedazo de pan
Y una tira de charque desabrida
De tanto rodar con migo
Por esta miserable vida,
Llevo abierta una herida
Por causas del destino
Me abrigo con recuerdos viejos
Tal vez será por eso
Que nunca tengo frío.

Entre mis garras acomodau
Tengo un poncho desflecau
Que agujereo el pampero
En mis leguas de Matrero
Siempre me ha acompañau
Haciéndole frente al viento
Curtido por los frío
Y acariciau por los aguaceros,
Supo ver el lucero
Que nos sirvió como guía
Al rastrear nuestra guarida
Por los montes sin sendero.

Un facón perdido
Que lo halle escabullido
En medio de la maleza
Una noche sin luna
Más viejo que la tristeza
Es mi fiel compañero
Como llegaste hasta aquí?
Quien de te dejo en mi sendero
Pa que cuidaras mi pellejo
Aunque los dos somos viejos
Es bien cariñoso el cabortero.

Así seguiremos por la huella
En las negras noches
Alumbrau por las estrellas
Y en el día cuando el sol destella
Firme la mano en la rienda
Por guía el instinto y nuestro tino
Rodando como piedras del camino
Seguiremos nuestro destino
Solitarios peregrinos
Saludados por los teros
Nuestra herencia de Matreros
Dejará nuestras humildes huellas
Por caminos desconocidos
Y el viento en su silbido
Contará nuestra historia
Quedará agüeitada en la memoria
De aquellos que nos conocieron.

Mario Anónimo