DOLOR DE MADRE

DOLOR DE MADRE

Se cegaron mis ojos por lágrimas clementes,
cuando mi ultimo beso en tu fría frente,
deposite en tu lecho de muerte suavemente,
queriendo entibiar la frialdad de tu tez inerte,
que en mis labios sentí como daga punzante.

Dolor que rompió mis entrañas en ese instante,
ese dolor que una madre, tu madre impotente,
no es capaz de definir solo es dolor hiriente,
llenando el corazón con amargura insolente,
haciendo de mí llanto un atroz grito sollozante.

Llego a casa y me protege la esperanza errante,
de que en algún momento has de llegar galante,
como acostumbrabas ha hacer diariamente,
más día tras día es solo un esperar incesante,
el momento no llega y la angustia es acuciante.

A pesar y en contra mía nunca más podré abrazarte,
¡Hijo mío! ¡Que crueldad! ¡Que larga espera!
de ese momento que nunca llega,
tan solo en mi mente.
Tras los cristales miro al cielo pretendiendo
dibujar tu imagen, y en el silencio
de la noche negra intentando oír el eco de tu voz,
aunque fuera un instante,
que en una estrella pudiera ver tu cara reflejada,
pero cuando creo que te he alcanzado,
que todo es sueño, que puedo oírte , que puedo verte,
tocarte, abrazarte, son estas malditas lagrimas,
que impiden ver lo que deseo,
y que este deseo se haga realidad,
situándome los pies en tierra,
y que me de cuenta que no es un sueño,
sino la realidad austera.

Queta Oliver

Queta Oliver //España// 0881234/6
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