Afortunada

poema de Maria P Gallo

Como rata de dos patas
que a lo lejos divisa un hueco
así corro yo, deprisa hacia tu lecho.

Como mierda en la montaña,
fresca bajo el helecho,
afortunada me encuentro entre tu pecho;
y me pregunto ¿ qué verá él en mí?

Y es que hasta la mierda
cuando se enamora
sirve de abono.

Menos mal
yo soy una mierda enamorada de ti,
porque sin ti,
nada podemos hacer.

(Dedicado al Señor, rey de reyes y Señor de señores. A quien en amor y gracia no merecemos)