Desapego (breve descripción de mi estado)

El desapego a lo imposible: debo confesarme algo, cómo me es tortuoso, nefasto, inaudito y poco loas intentar permanecer en lo que no es y sin embargo pesa.
Las malas noches son comunes, se disfrutan o se esnifan pero siempre vuelven a reciclarse, se transmuta a un poder exterior, que tiene dos ramas conocidas por mis ojos: Sanación o Perdición
Por órdenes de mi cerebro debo comentar que no es necesario ser un adicto o estar en tratamiento para darse cuenta (adicto esa persona con hábitos de consumo extremo de cualquier sustancia, sea política, existencial, rutinaria o que afecte al sistema nervioso central).
Tuve que experimentarlo/sentirlo con la madre de todas mis enfermedades: la Adicción.
Con ella puedo observar que esos caminos se transitan al paso de un caballo, lento o rápido simultáneamente, experimentando las emociones que van sucediendoae entre sí, los fraudes, las victorias, las ilusiones, la falsedad y la virtud (a lo último lo más importante siempre, al menos en lo narrativo).
Todo esto en algún momento de recaída fatigosa y poco evangélica o en plena limpieza psico-emocional cuando cobran vida las reflexiones y se presentan una de las dos consecuencias: Sanación o Perdición.
Las elegimos voluntariamente, somos quienes nos quedamos o nos movemos, quienes saltamos o nos pisan. Un insesante sí o no, quien dice: Me encanta su sabor o ¡Qué asco!