Una estatua solitaria
poema de Gabriel C. Márquez
Hoy, como ayer, como la vida entera,
he visto deshojarse el ocaso sobre las rocas
con tantas cosas distintas, muertas, rotas, vivas,
apagadas en el ocaso desvencijado.
Hay una sombra en blanco y negro que escribe,
una marioneta de cemento sentada en asfalto.
Eterna, eternamente sola la estatua solitaria.
Para siempre volando entre pantanos de cemento,
en un círculo de gentes raras, de carne y sangre,
de locura, traición, ignorancia y más locura.
Qué "pesimista" no llenarse de ratón la cabeza
en las madrugadas de bullicio y rara vida.
Comentarios & Opiniones
Expresivos y profundos versos que alimentan
"he visto deshojarse el ocaso sobre las rocas
con tantas cosas distintas, muertas, rotas, vivas,
apagadas en el ocaso desvencijado."
Reciba mis cordiales saludos
Tus dos comentarios son muy motivadores, Gabriela. Más si señalas los versos que más te gustaron. Un saludo.
Buenas letras,
Un placer leer tu opinión, Maniloe. Un saludo.