TU ETERNA AUSENCIA

En este triste andar que no siento el caminar,
solo me queda pensar en mi triste realidad.
Pienso en lo poco que puedo recordar de aquellos momentos llenos de felicidad,
que poco a poco se borran sin parar,
siendo reemplazados por su mirada llena de oscuridad que me está matando con hostilidad.

Este tiempo desde su partida se han vuelto una eternidad,
sus ojos ardientes me sofocan con intensidad.
Solo me queda llorar en esta soledad,
que por mucho que intente no logro controlar.
Sus palabras hirientes me hacen recordar su furia inminente ante mi frialdad,
frialdad que a veces viene por casualidad que el no soporta mirar.

Siento un nudo en la garganta tan grande como el mar,
quizás yo sea el mar…
que en días de tormentas es imparable y se lleva todo sin pensar.
Quizás yo soy su error que debió ignorar,
una persona con mucha bipolaridad que se esconde detrás de la felicidad,
un ser difícil de comprender y soportar…
un amor imposible que debió evitar.