Palabras de un mundo sin lógica.

Me convertiste en la sombra de tus noches oscuras y el recipiente maligno donde dejaste tus fallas. Fui yo el ingenuo integrante del sexo débil, quien en las primeras señales de humo, arropó tus miedos y dejo al aire libre el diamante más preciado de su alma. Me volví un telón de colores brillantes para navegar los días, y una bestia insaciable entumecida en odio para gritar en el silencio las pestes que asechan las noches. Soy la caja abierta que guarda tu sonrisa, tus besos y tus promesas. Soy el niño perdido en las profundidades de un océano que no lo ahoga pero tampoco lo suelta. Rey y heredero infertil del trono que jamás se me fue otorgado. Soy yo, la última raíz de un árbol cronológico, el último imbécil en haberte visto, el último hombre en haber tocado el cielo. Soy un simple simio con imaginación elaborada, un pez que en tierra quería nadar, un ave que sin alas intento volar.Un hombre que sin metas te quiso amar. Aquí los restos incoherentes de un alcohólico. Aquí los gritos ciegos de un loco. Aquí un mundo sin sol. Un abecedario sin orden. Un yo sin ti...