LA MEMORIA DEL RECUERDO

Dicen que algunos recuerdos es mejor enterrarlos.
Cubrirlos de gruesa capa para que no vuelvan jamás.
Acaso recordar no es aprender de lo que fue?
Y si es así... olvidar es repetir la lección?

Si las acciones provocan reacciones,
las lágrimas que provocan el dolor son necesarias.
Así como las risas nacidas de la alegría
reconfortan y revitalizan cuerpo y alma.

No debiéramos olvidar...
Ni siquiera intentarlo.
Pero es natural replegarse al dolor.
Es un instinto muy humano.

Yo también he elegido olvidar algunas cosas.
Pero vuelven a mi mente de vez en cuando...
junto con las cosas bellas que decidí recordar.
Entendí que no son posible las unas sin las otras.

Hay tanto que agradecer y tanto que aprender!
El cicatrizar heridas del alma también es, elegir perdonar.
Pensar que hay momentos tan tristes y solitarios
donde las sombras parecen devorarnos!

Pero al final de la noche más sombría
siempre nace nuevamente el sol.
Nunca lo olvides...
La luz siempre estará allí para mostrarte el camino.

Yo también he pasado mis noches de calvario.
Las vueltas que dan en la cabeza los problemas
son el castigo más impío que uno se prodiga.
Y no hay forma de pararlo!

No sé porqué siempre volvemos a recordar lo malo,
una y otra vez...
Pero pronto notamos que ya no duele tanto.
Yo creo que es una forma de sanación involuntaria.

No es cierto que olvidamos los momentos de risas.
Yo las evoco cada vez que traigo a los que ya no están.
Y me contagio de aquella energía vital que nos unió mágicamente!
Y los amo y abrazo con mi alma que tanto los ha echado de menos!

Hay personas que no sienten tanto el dolor.
Que nacen con el corazón y la mente anestesiados.
Pero existimos otros muy sensitivos
que a veces sangramos al roce más delicado.

Soy culpable! Culpable de ser sensible.
Cuántas veces quisiera un corazón más duro!
Una mente más fría!
Una memoria a corto plazo!

Pero soy así, tonta, llorona y de memoria increíble.
El no olvidar también tiene sus contras.
Porque todo se me hace reciente
y para mí el tiempo no es medible.

A veces creo que mi alma vieja es poderosa.
Se antepone a mi niña interior en tantas cosas!
Una es sabia e intuitiva.
La otra dulce, ingenua y sin malicia.

Mezcla extraña cargo conmigo!
El equilibrio entre la mente y el corazón es muy difícil.
Y mantener el balance no es sencillo.
Difícil mundo al que me han traído, pero aquí estoy!

yisa 6 de enero 2022

NOTA: Imagen tomada de la web