Emboscada de la angustia

poema de Mikichan

Esperé bajo el frío el calor de tus palabras, mas encontré el cruel vacío de la ausencia de tu alma.

Fue utópico pensar que tu amor curaría las llagas adornadas de cicatrices ya sanadas. Me dejé engañar y creí en el sentimiento noble que sonreía por encima de nuestras cabezas. Cabezas nubladas por una alegría disfrazada que ocultaba la tristeza.

¡Sentimiento traicionero! que no me has servido ni de sombrero. Volando y posándote en mis pensamientos, confundiendo todo. ¡Siendo un simple adorno sin esmero!

Es que volver a sentir la emoción de una ilusión, es olvidar a la cordura y sumergirse en la emoción.

Aunque sabes que las palabras ya están manoseadas, las lágrimas gastadas y la confianza envenenada. Sólo un anuncio de peligro se escucha retumbar, pues las energías tienen batería baja. Si no conectas la fuente de poder todo pronto se va a desvanecer.

Porque la paciencia ha luchado antes en más batallas, hoy se encuentra desahuciada, por su vecina muerte que no tiene buena cara. No hay esperanzas, sólo hojas de otoño muertas que ya no sienten nada.

Dentro toda la lógica desterrada se escucha un eco que resuena con el viento que trae la niebla de la madrugada, el eco ruge diciendo con gran fervor:

“Los sentimientos comprenden a la razón pero no la apoyan en su decisión, mas la razón odia a los sentimientos que siempre hacen lo que quieren sin su aprobación”.