CENIZAS DE AMOR

Te ví ahí
por primera vez
en la prensa de piernas de aquel gimnasio,
sonreí, antes que el sudor corriera en tu rostro.

Por un momento te guardé en mi bolsillo,
con la esperanza de sanar las heridas
que dejó el desamor en aquel tiempo antes de tí;
sabía que podía doler.

Metí mi mano en él y sentía los latidos de mi corazón,
entre esos pesados hierros que levantabas con facilidad;
te guardaba en mi mente como la fotografía que quería dejar enmarcada en la pared de nuestro hogar.

Y estabas ahí
y me encontraba ahí; congelada,
esperando mi oportunidad.

Entre el tabaco y los viajes largos
que nos llenaban de recuerdos,
entre el amor y la fornicación que quemaban nuestras sábanas a cualquier hora,
con la intensidad de tus besos que marcaban mi piel,
prometiste que era para siempre
y que no estaría sola.
¿Lo recuerdas?

Ahora estás en una extraña metamorfosis.

Si me quedo;
si me voy.
¿Acaso te importa si me quedo?
¿Acaso te importa si me voy?

Tu espíritu libre ha esclavizado al mío,
tu alma independiente me hace depender de tí.

Quiero destruir el círculo vicioso del desprecio y la reconciliación,
me tienes pendiendo de un hilo
como una trapecista;
tal parece que bajar es mi condena
me vas orillando al abismo del abandono
en el intento desesperado por conseguir la verdad;
la verdad que no sale de tu boca
porque tu corazón no la deja salir.

Ya no depende del tiempo
cariño, ¿qué pasa contigo?
renunciaste a mi y no lo dijiste
Dime...¿Por qué?

Sólo recuerda:
Levántate después de caer.