ÚLTIMA LAGRIMA PARA UN RECUERDO

Escondido en el fondo del corazón
me encontré con uno de tus besos,
era el que me regalaste una noche
de cómplice luna tibia en tu lecho.

Dulce besos nos ataron con ansias
a una marea que nos hizo oleaje,
humedeció nuestra piel con sal
y fuimos carne trémula, hambre.

En el cofre pandora de la memoria
inesperada angustia saco pasaje,
y de polizonte se vino sola la luna
a oxidar en mis ojos sus metales.

Con un luto sombrío en mi pecho
Mirando estoy tu detenido viaje,
Quieta estás ahí en cuatro maderos
Perpetua silenciosa como la tarde.

Cerrada esta la boca que fuera mía,
Un Rictus lineal es ahora su gesto.
Cerrados están tus párpados suaves
Mortaja fría de tu mirada de cielo.

El amor se fue tal como llego, descalzo.
Entonces me dejaste tristeza y dolor.
Como ahora te llevas como equipaje
Esta tristeza invisible de mi corazón.

En ático de mi memoria tú retrato,
Tus besos, tus palabras y tu mirada.
En este poema que escribo sin luna
El luto primaveral de mis palabras.

Se levanta la noche marea desnuda,
cavando me hallo en el frío recuerdo,
sintiendo crecer como dulce nostalgia
la tibia flor que me daban tus besos.

En el adiós silencioso de este instante,
tengo una lagrima en el corazón ardiendo
mientras te contemplo tan fría y quieta,
serás verso no escrito en el recuerdo.

La tierra con su marea morena y perfumada
Ha de abrazar tu cuerpo desnudo y frio,
Mientras me alejo cabizbajo y silencioso
Arrullan tu dulce memoria, los brazos míos.