a mi amigo Kozu

poema de Jacarandá

Ya no tengo más horas nuevas,
se consumieron con el sol, la lluvia, el viento;
ya no tengo más sueños nuevos,
se los llevaron mis miedos más profundos.

Veo por sobre mi hombro y ...
no encuentro las risas, los gritos, los gestos
de los otros hijos.

He dejado atrás mi estela tan brillante como pude,
los que quedaron seguirán riendo con su luz,
los que quedaron seguirán siendo mis hermanos,
seguirán siendo luces, ruido y vértigo en nuestra memoria.

¡Salud! hermanos, ahora somos un pasado dulce, amargo, intenso…
ahora somos inmortales en nuestros recuerdos.