El verdadero mérito

Visualizando lo divisible
que es tu sonrisa en mi alma,
mis limitaciones son sacudidas
de un sólo golpe.

Tú me haces, me creas,
me cambias a cada instante
y me deleitas con tu cercanía,
por lo que te digo:
no más lejanía de la que hoy en día soy monotonía.

No te alejes más de lo que ya estás,
que el viento se lleve mitología, pero que nunca llegues a ser ausencia.

No soy nada sin tu presencia,
con la que mi alma vive como segunda identidad,
y con la que mi mente se sobresale del límite.

¡Qué suene el piano,
qué las letras de mi canción se revelen,​
qué nos admiren, qué te juzguen por no conocerte!.

Pero a pesar de ello,
todos ellos son conscientes
de que lo hacen por envidiarte,
por tu acaecida diabólica parte
de la que cada ser goza,
pero tú simplemente la utilizas
por alejar cobardía y retener valentía
y así poder adjudicar el verdadero mérito.